jueves, 27 de agosto de 2015

Los retos actuales del talento humano, otra tarea para desarrollar liderazgos

Las organizaciones modernas exigen cada vez más competencias al capital humano, la globalización obliga a reforzar el talento de los equipos de trabajo, de lo contrario será complejo poder alcanzar los estándares de competitividad que se requieren. Comparto algunos de los retos de capital humano, que a decir de los expertos, se deben cubrir para poder estar dentro de la competencia y que son herramientas valiosas para que los líderes puedan integrar y gestionar mejor sus equipos de trabajo.



La Introducción a las nuevas tecnologías, esto es conocer y manejar la gestión en la nube, manipular múltiples dispositivos móviles, conocimiento de software especializados en las áreas de conocimiento a las que nos dedicamos, introducir nuevas procesos tecnológicos a las tareas que parecen de rutina e implementar nuevas estrategias en la búsqueda y gestión de capital humano.



Es necesario la incorporación de las redes sociales, esto significa nuevos lugares en los cuales se identifica y busca nuevo talento humano, nuevos procesos de comunicación entre candidatos y reclutadores, favorecer mecanismos para identificar colaboradores potenciales y exitosos que se adapten rápidamente a las exigencias de la empresa y de los mercados.



Otro elementos importante que deben administrar los líderes, son los cambios en la gestión del talento humano, esto es, identificar, atraer y mantener el nivel de talento humano requerido para alcanzar los objetivos de la organización, entender y aplicar los nuevos procesos tecnológicos para la gestión del talento humano, desarrollar la capacidad de coordinar talento multigeneracional y generar escenarios para ofrecer nuevos retos a los equipos de trabajo que los mantengan en la búsqueda de la innovación permanente.



Y el cuarto reto que enfrentan las organizaciones y sus líderes es estar preparados para la innovación. Mantener una actitud positiva para enfrentar los cambios, lograr una planeación adecuada para poder administrar el cambio, que se cuenten con los recursos necesarios para poder afrontar cada etapa de cambio y sacar el mejor provecho de los talentos con los que se cuenta y desde luego promover de manera constante nuevos retos para los equipos de trabajo.




Es así como los líderes transformadores enfrentan el reto de adaptarse a nuevos escenarios de trabajo, que si son bien aprovechados ofrecen amplias alternativas para una mejor gestión del equipo humano y con ello favorecer mejores resultados para las organizaciones modernas.

jueves, 13 de agosto de 2015

Líderes innovadores, equipos innovadores

Desarrollar una cultura  de la innovación no es una tarea fácil, requiere que las organizaciones y quienes las encabezan promuevan y diseñen procesos que den pie a una actitud de mejora continua y de progresos sistemático en las tareas.


Siempre he creído que la innovación realmente existe cuando se aplica a las tareas cotidianas, a las acciones que parecen simples y rutinarias, es allí donde hay que demostrar que se puede mejorar.
Ximo Salas especialista en capital humano, cita tres acciones claves para detonar la innovación, las cuales les comparto para poder hacer nuestras propias conclusiones.


Crear un entorno donde los empleados aprendan a aprender. Es increíble lo tormentoso que se vuelve en muchas organizaciones crear conocimiento, y no porque no exista el talento para ello, sino más bien porque no se cuenta con los modelos para sistematizar el conocimiento. Todos los días se hacen actividades, se toman decisiones, se diseñan estrategias, pero muchas veces no hay una constancia y un registro adecuado que permita a los equipos de trabajo fijar un conocimiento sólido y permanente. Es lamentable que se pierda tanto conocimiento en las instituciones por no dejar constancia de lo que realiza exitosamente. El conocimiento tácito no es suficiente, hay que socializarlo, hacerlo explícito para que entonces quede al alcance de todos los involucrados y produzca beneficios colectivos.


Aprender haciendo. Es una metodología básica, el sistema académico de países desarrollados ha comprobado que no hay mejor manera de aprender que haciendo las tareas. Así que no se trata de hacer grandes descubrimientos, más bien es volver a los básico, y generar prácticas que ayuden a los integrantes del equipo a practicar, practicar y practicar, eso ayuda no solo aprender sino a evolucionar en los procesos formativos.


Y tercero, debemos ser capaces de pensar, construir y ofrecer formación personal y profesional de interés para las personas de nuestra organización. La rutina y las exigencias cada vez más intensas nos rebasan y dejamos de lado el diseño de políticas de entrenamiento exitoso a nuestros equipos. No hay tiempo para la formación porque los objetivos son cada vez más ambiciosos, sin embargo, dejar de lado el aprendizaje continuo es el camino seguro para restar motivación y ánimo de innovación de las personas.


Ejercer un liderazgo efectivo, requiere que construyamos escenarios de innovación permanente, desarrollar habilidades y competencias para hacer de las tareas cotidianas acciones relevantes que marquen ventajas competitivas sólidas para ganar ventajas en la globalización cultural.