Sin
duda el mantener un equipo de trabajo talentoso es uno de los retos principales
de los líderes modernos, para ello hay que armar estrategias claras e
innovadores para reclutar a los mejores y preservar un ambiente creativo entre
el equipo de trabajo.
Los
expertos reconocen algunas acciones muy claras para identificar y reforzar el
trabajo de los equipos creativos:
Confía
en tú equipo. Estamos inmersos en un amiente de desconfianza, todos dudamos de
todos, nos cuidamos todo el tiempo y creemos que la gente hace y dice cosas
para afectarnos, crear un ambiente de confianza en el equipo de trabajo es un
pilar fundamental para que fluya el ánimo y el talento de las personas.
La
crítica constructiva. Somos una sociedad acostumbrada a señalamientos
negativos, siempre hay algo malo de lo cual hacer mención, pocas veces somos
capaces de generar un comentario destinado a mejorar, mientras los equipos de
trabajo no entiendan que la crítica constructiva hace crecer, será muy
complicado que se alcance una madurez en el ambiente de trabajo.
Proponer
alternativas. Una actitud propositiva es otro de los esquemas indispensables de
mejora, suele ser sencillo señalar fallas o carencias, lo complejo es poder
hacer propuestas de mejora que ayuden a elevar los resultados.
Prestar
ayuda. Pocas veces estamos dispuestos a ayudar, preferimos que nos ayuden, sin
embargo la premisa debe ser desarrollar un espíritu de servicio a toda prueba
que permita que los equipos de trabajo fortalezcan competencias de solidaridad
y acciones colaborativas.
Escuchar
con atención. Es necesario dejar de esperar solo que nos escuchen, hay que
guardar silencio por un momento y poner atención a lo que los demás requieren,
ser empáticos atendiendo las necesidades del equipo de trabajo para poder
aportar propuestas y acciones que resuelvan problemas comunes.
Reconocer
los resultados positivos. No hay valor más noble que reconocer los logros y
alcances de las personas, la necesidad de reconocimiento es inherente al ser
humano y una de las fuentes de motivación más importantes en la vida laboral,
por lo que no hay que dejar de buscar mecanismo que incentiven esta práctica.
Se
amable. La gentileza es una de las mayores virtudes del ser humano, pocos
tienen esta capacidad para ofrecer a los demás, quienes la alcanzan marcan una
diferencia contundente del resto y consiguen que los equipos de trabajo
colaboren de forma más adecuada y efectiva.
Compartir
conocimiento. La experiencia y capacidad son valores que en la medida en que
sean compartidos con el resto cobran mayor relevancia, no se trata solo de
saber, hay que compartir para crecer y producir, el liderazgo efectivo comparte
habilidades y talentos y construye una inteligencia colectiva mucho más
productiva.
Ofrecer
pequeñas sorpresas. No siempre se trata de asuntos materiales, hay cientos de
formas de poder agradecer y recompensar, las personas necesitamos un estímulo
permanente para saber que avanzamos y somos mejores, la creatividad es vital
para poder ofrecer recompensas adecuadas a los equipos de trabajo.
No
se trata de una receta mágica, más bien de acciones que aunque parecen
sencillas pueden marcar la diferencia en los estilos de liderazgo, la
competencia es cada vez más agresiva, por lo que es necesario volver a los
valores básicos para crear un valor agregado.
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