jueves, 15 de octubre de 2015

El manejo de las emociones, una competencia digna de desarrollar


Desde pequeños fuimos seriamente entrenados para memorizar, para ser ordenados, para no cometer faltas de ortografía o resolver funciones matemáticas, la disciplina con la que crecimos muchos, era considerada la llave del éxito en la edad adulta. Y en la etapa adulta, nuestra educación fue complementada con una especialización técnica profesional.


Sin embargo pasaron por alto la formación y el entrenamiento en el manejo de las emociones, de las habilidades personales que sin duda son una clave para el desarrollo de los individuos, nos ha faltado la capacidad de auto motivarnos, de aprender a desaprender, de generar una actitud de innovación y adaptación al cambio que cada vez es más vertiginoso.


La psicología positiva ha mostrado evidencias de la importancia que tiene para las personas el desarrollo de su espíritu creativo, de su necesidad de ser solidario, de la capacidad para establecer relaciones interpersonales sanas en los diversos aspectos de la vida. El éxito personal y profesional es una combinación de competencias y habilidades que no solo se aprenden en la escuela, ni se evalúan con una calificación numérica. El reto de la actualidad es reinventarse, reprogramarse constantemente para poder atender las demandas de la era globalizada.


Los nuevos escenarios volátiles han demostrado que la experiencia y el conocimiento que habían sido tradicionalmente considerados las claves del éxito profesional, hoy ocupan un segundo plano, han sido sustituidas por características personales que se consideran más relevantes en la dinámica social moderna.


El sicólogo David McClelland, padre de las competencias, terminó por comprobar que lo que distingue a los mejores no son sus conocimientos, sino sus competencias. Daniel Goleman, considerado el pionero del concepto “inteligencia emocional”, nos mostró que la inteligencia que contaba para el éxito no era la general que se media por un coeficiente, sino la inteligencia emocional y que el manejo adecuado de las emociones tiene un gran impacto en el éxito personal.


Hay investigaciones reveladoras de grandes psicólogos cómo Seligman y Csikszentmihalyi, Sheldon o King, que desde corrientes como la Psicología Positiva, demuestran cómo nos enfrentamos a la realidad más compleja y cuánta destreza hemos desarrollado de adaptación al entorno: dando paso al concepto de la resiliencia. No se trata de no tener problemas, más bien se trata de cómo los enfrentamos, los resolvemos y aprendemos de ellos. Este tipo de cualidades son las que permiten elevar el bienestar de las personas y su calidad de vida.


La ciencias sociales en los últimos años están centrándose en este tipo de competencias y habilidades que tiene que ver más con favorecer el desarrollo de las capacidades humanas, para que la vida sea más creativa, productiva y con relaciones interpersonales más sanas.



Las claves del éxito profesional en la era del cambio continuo están relacionadas con la innovación de nuestro entorno, con nuestra capacidad de adaptación personal para llevar nuevas ideas al terreno de la realidad y poder generar estilos de liderazgo más exitosos.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario