Para
nadie es un secreto que la cultura organizacional constituye uno de los pilares
fundamentales de una institución, de ella emanan las prácticas y valores que
definen la conducta y el proceder de los equipos de trabajo. Por tal motivo
resulta fundamental consolidar una cultura ganadora que impacte
significativamente en el quehacer institucional. Los estudiosos de la materia,
refieren algunas recomendaciones para poder afianzar prácticas deseables dentro
de las empresas:
Mantener
las promesas, nada resulta peor que la pérdida de credibilidad de los líderes
ante compromisos incumplidos.
Dejar
por escrito los valores de la empresa, garantizar que los clientes y externos
los conozcan y los recuerden permanentemente.
Menos
pensar y más acción. La parálisis de las acciones, matan cualquier intención de
dinamismo e innovación.
Priorizar.
Tener claro qué es lo más importante dentro de la empresa y ejecutarlo.
Contagiar
a la organización de energía positiva. Un líder define el tono y la fuerza de
sus discursos, además debe contagiar a su equipo y transmitir un ánimo positivo
y favorable para el logro de los objetivos.
Todo
profesional desea formar parte de algo más grande, de una empresa que no solo
presta un servicio o vende un producto, sino que representa un valor
significativo en el entorno en el que se encuentra. Ello abona a la identidad y
orgullo por la empresa.
Fijar
de manera clara las expectativas que se quieren alcanzar, pero también las
recompensas que se obtendrán si la tarea está bien lograda.
Eliminar
las actitudes negativas, dejar de lado las excusas y los pretextos y
privilegiar los resultados y la gestión del cambio.
Usar
de forma distinta los pronombres, dejar de lado el “yo”, o el “ellos” Reforzar
el ánimo de “nosotros”
Compartir,
celebrar y agradecer los éxitos, si algo funciona adecuadamente hay que
decirlo, compartirlo con el equipo y mantener una actitud de agradecimiento
permanente.
El
líder es uno más del equipo, así hay que dejarlo sentir, que los compañeros
sepan que las jerarquías son para efectos de orden y estructura, pero que en la
operación diaria, todos nos ayudamos y somos parte de un mismo proyecto.
Tales
consideraciones se escriben fácilmente, pero su implementación requiere de un
enorme reto para los líderes transformadores, sin embargo ellos saben, que para
alcanzar resultados valiosos, es necesario reforzar valores y conductas
positivas, disruptivas e innovadoras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario