Sigamos entonces hablando de
las competencias y actitudes necesarias para desarrollar un liderazgo efectivo,
hoy es una exigencia contar con habilidades claves para poder dirigir
exitosamente equipos de trabajo, la carencia de liderazgos reales en todos los
ámbitos ha provocado un desanimo generalizado en la sociedad. Las empresas
invierten todo tipo de recursos para desarrollar talento capaz de tomar las
mejores decisiones y coordinar esfuerzos.
Sin embargo hay un fantasma
que parece haberse arraigado a la conducta de los mexicanos, que afecta
severamente la productividad laborar y el bienestar mismo de las personas. Se trata de la procrastinación que a menudo
se identifica con el objetivo de evitar la ansiedad o la preocupación que
genera una tarea difícil y sustituirla por la ejecución de actividades más
agradables, pero a la larga el nivel de tensión y ansiedad se multiplica
dejando a quienes la practican en un escenario aún más complicado.
Los especialistas en
comportamiento humano se esfuerzan por ayudar a las personas que procrastinan a
manejar de mejor manera sus estados de ánimo y con ello salvaguardar su
estabilidad emocional y contribuir a elevar su rendimiento en el trabajo y en
sus actividades cotidianas. Las emociones negativas afectan el desempeño de las
personas que debe ser contrarrestado con nuevas formas de organización y con
hábitos de vida más eficaces.
Se han diseñado manuales
completos para ayudar a reducir la tendencia a procrastinar, acciones
aparentemente simples pero que es necesario convertir en hábitos para lograr
resultados. Simplemente empezar con una meta básica es una de las premisas, de
esta forma se dará el primer paso y conforme se vayan generando resultados el
ánimo se restablece para seguir adelante. Además los expertos sugieren viajar
en el tiempo, esto es, imaginar lo que puede suceder una vez que la tarea haya
sido terminada, los beneficios que se lograran con la meta cumplida y sobre
todo el alivio que sentirán una vez concluida la tarea.
¿Qué sucederá si procrastino?
¿Baja mi rendimiento? ¿Se afecta mi evaluación laboral? ¿Qué imagen doy al
resto de mi equipo? ¿Influye en mis beneficios laborales y/o personales? Sin duda
responder a estas preguntas con sinceridad nos dejará claro las consecuencias
de procrastinar, la necesidad de afrontar situaciones por más difíciles que
estas parezcan. Investigaciones realizadas en la Universidad DePaul, en
Chicago, aseguran que alrededor del 20 por ciento de los adultos procrastinan
de manera crónica, mientras que entre los estudiantes la cifra aumenta al 70
por ciento. El resultado es letal, se pronostican salarios más bajos y mayor
nivel de desempleo por mencionar algunas consecuencias.
Los estudios de la
Universidad de Carleton indican que perdonarse a sí mismo por procrastinar
mejora el estado de ánimo y disminuye esta conducta, decidir ir paso a paso en
los retos pendientes permite ir ganado confianza y mejorando el rendimiento personal.
Los líderes efectivos enfrentan complicaciones en su tarea, afrontarlas abona
en su crecimiento, procrastinar solo les reditúa mayores niveles de estrés y
frustraciones.
Twitter: @hector_trejo1
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