jueves, 19 de febrero de 2015

El fantasma de la PROCRASTINACIÓN, una conducta que limita el liderazgo efectivo

Sigamos entonces hablando de las competencias y actitudes necesarias para desarrollar un liderazgo efectivo, hoy es una exigencia contar con habilidades claves para poder dirigir exitosamente equipos de trabajo, la carencia de liderazgos reales en todos los ámbitos ha provocado un desanimo generalizado en la sociedad. Las empresas invierten todo tipo de recursos para desarrollar talento capaz de tomar las mejores decisiones y coordinar esfuerzos.

Sin embargo hay un fantasma que parece haberse arraigado a la conducta de los mexicanos, que afecta severamente la productividad laborar y el bienestar mismo de las personas.  Se trata de la procrastinación que a menudo se identifica con el objetivo de evitar la ansiedad o la preocupación que genera una tarea difícil y sustituirla por la ejecución de actividades más agradables, pero a la larga el nivel de tensión y ansiedad se multiplica dejando a quienes la practican en un escenario aún más complicado.


Los especialistas en comportamiento humano se esfuerzan por ayudar a las personas que procrastinan a manejar de mejor manera sus estados de ánimo y con ello salvaguardar su estabilidad emocional y contribuir a elevar su rendimiento en el trabajo y en sus actividades cotidianas. Las emociones negativas afectan el desempeño de las personas que debe ser contrarrestado con nuevas formas de organización y con hábitos de vida más eficaces.

Se han diseñado manuales completos para ayudar a reducir la tendencia a procrastinar, acciones aparentemente simples pero que es necesario convertir en hábitos para lograr resultados. Simplemente empezar con una meta básica es una de las premisas, de esta forma se dará el primer paso y conforme se vayan generando resultados el ánimo se restablece para seguir adelante. Además los expertos sugieren viajar en el tiempo, esto es, imaginar lo que puede suceder una vez que la tarea haya sido terminada, los beneficios que se lograran con la meta cumplida y sobre todo el alivio que sentirán una vez concluida la tarea.

¿Qué sucederá si procrastino? ¿Baja mi rendimiento? ¿Se afecta mi evaluación laboral? ¿Qué imagen doy al resto de mi equipo? ¿Influye en mis beneficios laborales y/o personales? Sin duda responder a estas preguntas con sinceridad nos dejará claro las consecuencias de procrastinar, la necesidad de afrontar situaciones por más difíciles que estas parezcan. Investigaciones realizadas en la Universidad DePaul, en Chicago, aseguran que alrededor del 20 por ciento de los adultos procrastinan de manera crónica, mientras que entre los estudiantes la cifra aumenta al 70 por ciento. El resultado es letal, se pronostican salarios más bajos y mayor nivel de desempleo por mencionar algunas consecuencias.

Los estudios de la Universidad de Carleton indican que perdonarse a sí mismo por procrastinar mejora el estado de ánimo y disminuye esta conducta, decidir ir paso a paso en los retos pendientes permite ir ganado confianza y mejorando el rendimiento personal. Los líderes efectivos enfrentan complicaciones en su tarea, afrontarlas abona en su crecimiento, procrastinar solo les reditúa mayores niveles de estrés y frustraciones.






Twitter: @hector_trejo1


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