jueves, 3 de septiembre de 2015

Tomar decisiones científicas, el reto a resolver por los líderes transformadores

Las exigencias de la globalización han generado cambios en el manejo de la información dentro de los equipos de trabajo. Hoy es necesario tener en consideración datos tangibles y no solo percepciones u opiniones que no están respaldadas por información analítica y que no son útiles para medir la productividad y eficiencia de los colaboradores. A esta tendencia los expertos le llaman Inteligencia de Negocios.

Esta práctica se refleja en los datos que reporta  el VII informe Cranet ESADE 2014, que describe la procedencia académica de los profesionales que administran el capital humano el cual ha variado hacia perfiles más científicos. Por ejemplo, en 1995 sólo un 5% de ellos provenía de Ingenierías mientras que en 2014 asciende a un 12%. En el mismo período, Humanidades  ha pasado de un 7% a un 1%.

Según datos del Global Human Capital Trends 2015 (Deloitte), tres de cada cuatro empresas encuestadas creen que el uso de datos duros y estadísticos en la toma de decisiones de las áreas de personal es importante, pero sólo el 8% cree que su organización ha desarrollado esta capacidad en esa área, casi exactamente el mismo porcentaje que en 2014.

Es necesario, entonces, que el Departamento de capital humano disponga de las herramientas necesarias para lograr un correcto análisis e interpretación de los datos y generar acciones concretas y favorables para el negocio. El uso de Inteligencia en los Negocios en el área humana permite a las empresas conocer detalles sobre los principales problemas como el abstencionismo, rotación, capacitación, remuneraciones, nómina, estructura de personal, etcétera.

Los expertos recomiendan dos acciones claves para poder implementar Inteligencia en los Negocios dentro del área de capital humano:

> La construcción desde cero con herramientas de análisis para la obtención de datos (muchas veces alojados en diversos reportes y múltiples formatos, lo que dificulta su explotación y análisis).
> Y el diseño de un data warehouse, definir métricas e informes y, la formación y el despliegue.

El obstáculo principal que enfrentan las empresas para diseñar  una herramienta de Inteligencia de Negocios de este tipo, se asemeja a una caja vacía que hay que llenar, lo que requiere una gran cantidad de tiempo y dinero. Este proceso se puede extender desde meses a años y requerir de una cantidad de capital humano que es necesario considerar.

Aunque también existen otras alternativas como el uso de software pre-diseñados, con modelos pre-construidos que permiten cierta adaptación a las necesidades de cada empresa, diseñados para la gestión de personas e informes y métricas definidas para los diferentes roles de la organización que precisen de la información. En general, se caracterizan por tener un uso más sencillo y por reducir los tiempos de implementación.

Lo cierto es, que las exigencias de la administración moderna, ya no permiten decisiones superficiales y simples, los procesos claves de una organización deben complejizarse al grado de obtener el mayor número de datos posibles que deriven en mejores acciones implementadas para el logro de los objetivos elevando con ello la productividad de los equipos de trabajo.

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