jueves, 12 de marzo de 2015

Equipo de trabajo multigeneracionales, nuevo reto para los líderes modernos


Diversos son los retos que enfrentan las organizaciones modernas, pero hay uno que está cobrando una posición preponderante: Por primera vez en la historia nos encontramos con la participación de cuatro generaciones en las empresas, lo cual hace que surjan dudas sobre ¿Cómo los líderes administran una fuerza de trabajo multi-generacional? ¿Cómo hacer  convivir a los Baby Boomers (1942-1960), a la Generación X (1960-1980), Generación Y o Millennials (1980-2000) y Generación Z (2000-2015)?

Es evidente que al mejorar las condiciones de salud y aumentar la edad productiva de las personas, un mayor número de generaciones van a convivir durante más tiempo en las organizaciones. Ello se verá reflejado en una diversidad de visiones y puntos de vista. Pero el espacio de trabajo del futuro es por definición multigeneracional y la reflexión sobre cómo gestionarlo tiene que ver con los estilos de liderazgo que se tendrán que ejercer.

Es posible crear una analogía entre una organización de trabajo y una familia. Aunque con sus peculiaridades, en una familia también conviven distintas generaciones: abuelos, padres, hijos, nietos, etc. El aporte de cada uno de ellos a la dinámica de familia es importantes y cada quien tiene su propio rol y juega un papel decisivo en las decisiones familiares.

Viéndolo desde el punto de vista de las empresas, cuánto podemos aprender y desaprender junto a las nuevas generaciones. Al igual que en una familia existen personas que ejercen una influencia sobre ti, te enseñan, las imitas o les llevas la contraria, por convicción o quizás solamente porque sí; en una empresa nos encontraremos con ese primo que nos ha enseñado a saltarnos las reglas, a ese padre que nos ha enseñado a caernos y levantarnos una y otra vez, o a esa abuela que prepara las mejores croquetas del mundo.

Si bien es complejo describir en términos absolutos las competencias que caracterizan a una o a otra generación, sí vemos algunos denominadores generales que las diferencian. Respecto a los Milennials, tal vez las más importantes sean la natividad digital y el cambio en la concepción del trabajo, que forma parte de un proyecto de vida, con modelos más flexibles y no tanto “vivir para trabajar”.
Por otra parte, “la Generación X se convierte en una pieza clave para el engranaje productivo de las empresas, ya que aportan amabilidad y trato social a los Milleniales, habituados a la despersonalización de la comunicación. Mientras que los Baby boomers suman visión y experiencia a largo plazo, así como un mejor gerenciamiento de crisis.”

Todavía es pronto para definir a la Generación Z, la última en estar entrando en el mercado laboral, pero sí que algunos apuntan algunas características que los diferencian de los Milennials, como por ejemplo, la concepción del trabajo, aún más radical que la de sus predecesores, el “76% sueña con que su hobby se convierta en su fuente de ingresos”. Otra característica que los define es que se trata de usuarios visuales “que han desarrollado un compartamiento multipantalla (5 dispositivos, vs 2 en el caso de los Millennials), seducidos por la imagen”.

Por todas estas razones, una plantilla con dimensiones multigeneracionales, es uno de los activos más importantes con los que cuentan las empresas modernas. Nunca antes habíamos tenido la oportunidad de contar con perfiles tan distintos y diversos. La variedad de opiniones resultante de la experiencia y el conocimiento de unos, y las ganas de innovar y el entusiasmo de los otros, si se gestionan de forma efectiva, contribuirán a la generación de valor en las empresas. Así que bienvenido un nuevo reto para los líderes transformadores.



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