Una
investigación desarrollada entre el 2009 y 2011 analizó la transformación
necesaria de la educación y la formación para alcanzar las nuevas y futuras
habilidades y competencias para enfrentar el contexto laboral de un futuro
mediato. El trabajo aborda el futuro del aprendizaje, anticipando el 2025 por
lo que los líderes están obligados a diseñar ambientes de trabajo modernos y
flexibles.
El
estudio “The Future of Learning: New Ways to Learn New Skills for Future Jobs”
(“El futuro del aprendizaje: Nuevas formas de aprender nuevas habilidades para
el empleo futuro”), fue divulgado por la unidad Information Society del Join
Research Centre de la Unión Europea y deja al descubierto los nuevos paradigmas
del aprendizaje y el ejercicio del liderazgo en las empresas.
La
investigación, contó con la participación de más de 300 líderes interesados de
diferentes sectores: políticos, científicos, docentes, empresas y estudiantes.
Su objetivo era analizar la transformación necesaria de la educación y la
formación europea para alcanzar las nuevas y futuras habilidades y
competencias, manteniendo así una Europa competitiva.
A
través de mapas conceptuales y personajes ficticios representativos de
diferentes grupos relevantes en la educación (estudiantes de diferentes etapas,
profesores, etc.), se analizaron los posibles cambios necesarios para el
aprendizaje en el futuro; por medio de encuestas y debates en plataformas
online (Linkedln, Facebook, etc.) y talleres presenciales.
De
acuerdo a un análisis efectuado por el Blog Europa TIC del Ministerio de
Educación de España, los resultados muestran un gran acuerdo entre los expertos
y los docentes consultados, que en este caso constituían un grupo de profesores
específico involucrado en una gran red basada en las TIC y actividades y
proyectos de aprendizaje innovadores, eTwinning. De esta manera, se evidenció
que el profesorado, con su experiencia y práctica diaria, es una valiosa fuente
de información para afrontar los cambios y retos educativos a los que nos
enfrentamos.
Algunos
de los aspectos destacados en este estudio, como elementos básicos de la
educación futura, son el aprendizaje permanente y personalizado, lo que implica
un cambio de rol en el docente y en los líderes de empresa, pero también en el
estudiante y colaborador, quien tendrá una mayor responsabilidad en su
formación profesional. Las TIC facilitarán tales características en la
educación y, por ello, cobrarán un mayor protagonismo.
Por
otro lado, se reconoce el valor de las actuales competencias básicas y otras
que se convertirán también en mínimos a alcanzar, destacando así aprender a
desaprender, colaboración, pensamiento crítico y competencia digital. La
comprobación del logro de tales competencias y la personalización del
aprendizaje hacen también imprescindible el cambio en la evaluación, que pasará
a cumplir una función mayoritariamente formativa, centrada en el estudiante y
su progreso.
Como
afirma Christine Redecker, miembro del equipo de investigación, en
declaraciones al Blog Europa TIC, la política laboral dentro de las
organizaciones está obligada a cambiar, a generar espacios de trabajo que
permitan un mayor nivel de participación e innovación. Los liderazgos
disruptivos de la era globalizada requieren tener una visión de largo alcance y
una sensibilidad absoluta a los retos del mundo cambiante. La educación y el
entrenamiento se dan en el aula, pero también en los espacios de trabajo por lo
que hay que ceder el paso a nuevos equipos de trabajo que buscan mayores
niveles de competitividad.
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