jueves, 7 de mayo de 2015

El networking, una estrategia para generar liderazgo innovador


Como parte de las competencias y nuevas estrategias de los líderes transformacionales, quiero escribir ahora sobre las redes sociales corporativas como nuevo paradigma de colaboración, que a decir de los expertos, mejoran el sentido de pertenencia y favorecen el clima laboral, sirven para generar y compartir conocimiento, crean entramados de ayuda mutua y estimulan sinergias, fomentan el liderazgo distribuido y son útiles para atraer y retener talento, entre otras bondades. El tema sigue suscitando interés entre empresas que están dando los primeros pasos y otras que aún no se han atrevido a hacerlo. Aquéllas que apostaron por esta nueva cultura hablan satisfechas de sus primeros resultados.


Según datos de organismos empresariales, este año el 20 por ciento de las organizaciones ya tendrán las redes sociales corporativas como principal herramienta de comunicación y vivirán un ritmo anual de crecimiento del 61 por ciento hasta 2016. La firma especializada Autelsi, que ha elaborado un informe sobre “Las 20 claves para el éxito del social business”  lo considera un asunto estratégico.


Los expertos califican al social business como una estrategia de innovación y aseguran que la tecnología y las herramientas sociales son clave en la actualidad para un CEO por su repercusión en el negocio. Pero también advirtió que el 80 por ciento de esfuerzos en proyectos sociales no tendrá éxito porque se enfocan en la tecnología y lo importante son las personas, la colaboración masiva, el talento.


La clave de no dar el paso en falso radica en entender que las redes sociales corporativas implican un cambio de cultura en las organizaciones: apostar por un  nuevo espacio de relación abierto y espontáneo, en el que pueda germinar la “inteligencia colectiva”. Responden a una mentalidad más democrática en la forma de comunicarse dentro de las organizaciones, que animará a la implantación de estructuras menos piramidales y más cooperativas en las que prevalecerá el conocimiento y no tanto el rango jerárquico.


Las ventajas de promover una red de esta naturaleza son diversas porque ayuda no sólo en el tema de contenidos, sino de contactos, conversaciones y colaboración. No es lo que sabes, sino a quién conoces que lo sabe, porque encontrar la información precisa depende de hallar a la persona correcta para suministrarla y esto agiliza la toma de decisiones. La importancia de este tipo de redes para la creación y gestión del conocimiento es evidente.



Pero también tienen un valor enorme para las estrategias de aprendizaje, como contaba Virginio Gallardo, experto en capital humano, que sostiene que los entornos sociales más eficientes para el aprendizaje no son entornos creados para aprender, sino que las comunidades diseñadas para mejorar procesos, reducir costos, incrementar ventas o analizar nuevos productos serán las comunidades donde los profesionales aprenderán más porque en el futuro no estará separado aprendizaje y trabajo, ni aprendizaje teórico y tomas de decisiones reales. Todos estaremos acostumbrados a una cultura de creatividad e innovación en todos los niveles de la organización.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario